jueves, 3 de diciembre de 2015

LA LEONERA

Lugar: "La Leonera" 
Ubicación: "Diagonal Isidoro del Solar, esquina 1 sur” 
Especialidad: colaciones
Daños per cápita: 2.800 consomé, ensalada, fondo, pan y bebida.


"Calurosa Navidad, arriba el sol quemando nuestras calles, Calurosa Navidad, Es el sudor que moja nuestros trajes. Aquí no nieva nunca, aquí no hay noches blancas. No hay guerras de nieve, pero hay, bombas de agua." Viejos Pascueros Acalorados, 31 Minutos.

La navidad, después de mi cumpleaños, debe ser la época que más me gusta. Excepto claro, porque en las áridas tierras de Mordor, comienzan a pasar cosas malas, se queman las cosas y todos están colapsados con stress pre estival, post traumático, síndrome pre menstrual y en general el noventa más uno anda terriblemente idiota por el advenimiento inminente de LA CALOR. Yo creo que los que han pasado un rato por estas tierras ya cacharon que para ser talquino es necesario: haber tenido un familiar multimillonario que cayó en desgracia y por eso ahora hay que trabajar, haber conocido a la “tía” tomando cerveza guarnecida con huevitos duros, entender que el pastel de choclo es un tétrico y demente postre dulce y sin hollejo y por último y no menos importante, jamás estar conforme. Así, de marzo a noviembre cada vez que podemos, andamos cambiando el hola por el “puta que está helado”, o “antes no hacía tanto frio” y ya desde noviembre empieza el “conchesumadre que hace calor”, “te mueres como está afuera”, “este pueblo es un hoyo” y demases. 

Yo, me opongo. Me opongo, pero solo a quejarme por el verano. Paso todo el invierno dando lástima con mi sobrerreacción frente al frio y considero que no hay nada mejor en el reino del Maule que los 36 grados a la sombra que se están preparando y que me tienen ya de shores cortos y en bikini cada vez que se asoma una manguera. No entiendo, de verdad, como no les gusta el calor… mostramos más presas, lo que significa que necesariamente tenemos el mayor y mejor acceso a ver las ajenas… no andamos todos encogidos o con los mocos colgando y se acaba por fin la tiranía del nescafé para volver a la delicia de la Escudo. En síntesis, pese a que el mundo se viene abajo señores, estoy nada más que feliz porque he podido ponerme vestido de lunes a lunes y sacar a pasear el traje de baño a lo menos día por medio, pechándole a todos aquellos bienaventurados que disfrutan de la piscina en su domicilio. Obvio, como siempre ando al revés de mis amores, me toca la santa misión de recoger a mis amigos con pala, porque la mayoría transitan absolutamente derretidos y lánguidos contra el asfalto.

Como más encima me gusta el webeo y las cosas por las oficinas, yo creo que todas, están en esos días en que hasta canitrot se siente controlador de tráfico aéreo –lo cual me incluye-, mi misión de terapia es tratar de llegar lo más lejos posible en el tiempo limitado que tengo para almorzar sin culpa. Esto, ha sido un martirio. La mayoría de mis lumbreras, empleados del mes y candidatos a anoréxicos de mis amigos, están rehusando las salidas porque tienen que quedarse trabajando y más encima odian salir a sopearse ante el flagelo actual del verano en ciernes. 

Así, como soy responsable con la audiencia de este blog, empecé a repasar mi agenda de favores debidos y, salió que picho montañés me debía una, desde el minuto en que me hizo a mi, héroe nacional del sedentarismo, subir el ENLADRILLADO CAMINANDO porque no había NINGÚN LUGAR MÁS CERCA DONDE IR A CASARSE. Recordé el dolor de la peregrinación del viaje más largo del mundo y se la cobré y le exigí que para no estar en deuda con mi blogcito se chantara la ventilación imaginaria y me acompañara a almorzar hoy. 

Obvio el lugar lo eligió el, y me citó en La Leonera. Cuando vi ese nombre en whatsapp mi corazoncito saltó de emoción recordando mi sala de estudio universitaria. Papá si lees esto, por favor acuérdate de lo que hemos conversado, es solo ficción. (por favor si alguien me vio ahí o a mi impostora, que era la encargada de hacer el show, guarde silencio, recordando que no tengo antecedentes y aun puedo matar a alguien y quedar firmando). Suspirando recordé cuantas veces pasé mis tardes de clase bajo sus quitasoles tratando de combinar el código civil tomando litros de cerveza al lado de una fanta, porque en la universidad con tanto colérico circulando (papá te amo y soy virgen)  era imposible hacerlo. 

El asunto es que me había equivocado porque esta Leonera no es la de la cerveza. Ésta Leonera está en la punta de la diagonal Isidoro del Solar Goyenechea García Huidobro justo frente a la Catedral, y así, empezamos pal loli, porque obvio primero karadima Monseñor que susto y segundo, pensé que era un nuevo reducto cuico que me iba a estrangular la billetera, ya atacada fieramente por la teletón, paseo de fin de año, jokers y la maldición de la onza, proyectos de amigo secreto, martes femeninos y demases. Pero Picho, como es tacaño desde espermio ya se había ocupado del tema y me tranquilizó asegurando que por dos lucas ocho comíamos y tomábamos todos de el, así que terminé de reclamar y partí a disfrutar del verano caminando desde Mordor, porque la vida es una pasarela.

Llegando, montañés ya me tenía pedido el almuerzo y más encima compañera nueva de jornada, colombiana de nacionalidad quien debió sufrir las atrocidades de encontrarse con este ventilador de incoherencias que les escribe, e ir tasando que en chile la hegemonía de la cordura se rompió hace rato e iba a tener que subirse al carro de mi discurso de almuerzo. Yo creo que ella entendió clarito porque cada vez que he postulado a la Academia Diplomática me han dejado sentada en las Torres del Paine con la patada que le pegan a mis antecedentes. Lo malo, es que también conoció que la cocina en chile tampoco es muy parejita.

Sobre la comida, de verdad, no quería llegar a este punto. Salvo la compañía, porque me reí demasiado, almuerzo para borrar. Que ha pasado a ese cocinero que olvidó su vocación?. Yo estuve a punto de entrar a la cocina y darle el número de la Quenita Larraín para que descubriera que hay posibilidades de encontrar amor en la vida y ya después del postre, entrar a pegarle. No he comido comida más fome en cualquiera de estos miércoles. Los niños pidieron arroz con pollo; mucho arroz, misterio el pollo… pero lo que si puedo decir es que no tenía ni un brillo. Yo, pedí tortilla de acelgas con puré, y obvio, la carbono-tortilla medio pasadita y que, sospecho fue freída en un aceite que estaba en las postimetrías de su vida…  el puré, sin mucho ritmo. De postre, jalea pelada…. Y en serio, en ese punto, me bajó el enojo. No es justo porque el lugar es lindo, la señora que atiende es amable, pero la comida no cumple. No están preocupados de los detalles, la cucharita de mi té y la taza venían sucios y en verdad, por menos plata he comido mejor en varias partes. Quizás fue suerte, no se… pero ni cagando pruebo de nuevo. 

Me piqué.
De verdad, mi resumen para este lugar es que crucen la calle, y vayan al Lisboa.

No hay jumbitos, ni siquiera un Jurel de San José. 

besos a todos los liños, que los quiero mucho.

Donde está mi pollo?
Ensalada Felo
Sopa de la tristeza



No hay comentarios:

Publicar un comentario