miércoles, 28 de marzo de 2018

QUINTA LA CHANCHÁ

LUGAR: Quinta La Chanchá - Multiespacio Territorial

UBICACIÓN: 2 Oriente 1339 .Talca

DAÑOS: $ 15.000 p/p.

ESPECIALIDAD: Comida chilena.


-Mi amor, creo que estás obsesionado con el futbol, le dedicas mucho tiempo y a mi me haces falta.- 
-¡¿Falta?! ¡¿Que falta, profe?! si ni siquiera la he tocado!!!-

Muy buenas y apetitosas tardes mis queridos regordetes adictos al cucharón. Nueva semana, nueva lectura. Escuchemos todos, queridos hermanos.
Sabido es que este cuerpo de un metro sesenta y poco centímetros de arauco profundo y una indeterminada cantidad de kilos ganados a punta de choripán, se retuerce de miedo y dolor al pensar en tener que hacer deporte. Por lo mismo, es paradojal que al mayor número de eventos al que he sido convidada en los últimos días haya sido a ver espectáculos deportivos. 

No significa esto que haya ido a Roland Garros ni al Polo, porque bien obvio es que lo que me corresponde socialmente no es ni más ni menos que la pichanga post oficina. Subdeporte ninguneado por los taquilla runners o los hipster montañeros, en el que uno resulta ser testigo de la mejor justicia que el yisus -agáchate semana santa- pudo poner sobre la tierra que viene siendo el poder gritonear, sacar la madre y patear al jefe en su presencia, con premeditación, alevosía y ensañamiento, sin tener que volver humillado a rogar para que le paguen el finiquito completo. Lo que me ha llevado a plantearme que quizás, si hubiera podido agarrar a pelotazos a la Deisler en la oficina de las Culturas, en esa estaríamos de mejores amigas tejiendo a crochet, aunque pensándolo bien no, porque resulta que ahora la echaron a ella -justicia divina, diría Julito- y es lo único tiempo mejor que me parece de los tiempos mejores, fin. 

La verdad es que me gusta harto que jueguen, porque desde mi tribuna a orillas de la jaula me puedo tomar una cerveza y sin concurso ni sorteos adherirme a la parte más mágica de este after office. El tercer tiempo. Sagrada institución deportiva, más antigua que la rayuela corta y causante de veintisiete mil doscientos miles de divorcios según estadística 2012 del INE. Convoca a todos los valientes que arriesgaron cuatro infartos y siete accidentes vasculares al tirarse a jugar como quinceañeros con los hábitos regulares de deporte y vida sana que mantienen - porque obvio ellos creen que pedir lechuga pa acompañar el lomo con papas fritas y tener todo el día la tele prendida dele que suene con el foxsport cuenta como entrenamiento... - y también a las shiquillas que llegamos como barra, pero que obviamente estamos ahí solo pa tomar fotos y pegarnos a las cervezas o parrilladas que los campeones usan para recuperar el cuerpo. Porque macho chileno que se precie, encuentra que es de débiles tomar gatorade después del deporte y que para recuperar electrolitos no hay como la pilsen y un par de derbys al lado de la cancha.

Esta semana, ese tercer tiempo tuvo menos convocatoria, y obvio, yo pese a que ni me aparecí en el partido me pegué igual. Convengamos que a las 10 de la noche tenía más hambre que el  náufrago así que preparé mis tenedores y me fui volando a la Quinta la Chanchá, donde había estado un par de veces antes y que me tenía convencida con las colaciones de semana que son de campeonato. 
Pese a que la Planeta históricamente me había hablado pestes de la cocina de este lugar, porque entiendo que alguna vez trabajó por ahí; no me quedaba tan claro crucificarlo sin conocerlo. Más aun si es un lugar tan cerca de los headquarters y aparte, tan arregladito. Porque ahí todo tiene detalle, y por tatita DioR que me encanta eso; la junta de chanchitos, de platos, del escudo del arbo canpión, las mesas con portaservilletas de mi vaso favorito que tengo en la casa, etc.

Con los garzones, he tenido experiencias dispares; desde la niña que nos atendió anoche y que parece que estaba ocupada en otra cosa porque poco y nada nos pescó, hasta un campeón que había el otro día que cachaba más de vinos que de oxígeno y nos mandó super guasqueados pa la casa después de hacernos probar vinos bacanos y explicarnos todo lo que un borracho ilustrado necesita saber para que no digan que uno anda tomando por puro tomar. 
La carta, precisa. La hoja uno me cargó entera porque era musha cosa marina pero la dos...era una oda a la carne. Ahí aparece plateada, mechada, entrañas, lomo y chanchito...acompañados con una serie de cosas ricas -pure de zapallo y papa; arroz; ensaladas verdes; chilena etc.- , excepto una mezcla con mote que hacen que me revienta; lo demás....furiosamente weno. Como andábamos de felices los cuatro, pudimos probar al menos tres platos. El baradit y su padre se fueron por entrañas y plateada; por supuesto yo también le di mi voto de confianza a la plateadita con papas salteadas -como todos los creativos de la mesa- por su lado, escribano se pidió trucha con ensalada...(facepalm)

Como no hay abogado que no lo diga, sobre los platos, hay que distinguir. La plateada, esta vez no me gustó tanto, la encontré sin el atributo principal que busco en ella que es que se deshaga con el tenedor. Me imagino que tenemos diferencias de criterios con el chef, así que pa la otra le pido que considere que tengo los dientes de adorno y que me gusta blanda nivel se me acabó el corega. La entraña. BRUTAL. Punto perfecto, rica de sal, acompañada con berros... Baradit, le achuntaste. de no haber sido porque andabai con tu papá, cara de tranca te asalto y me quedo con tu plato. 
Del pecado del escribano no diré nada porque una cuestión con ese color no la iba a probar nica, pero, puedo decir que se la comió toda cotito y que la ensalada la arregló con jalapeño y cebolla en escabeche, rogándole a nuestro señor porque no haya tenido úlcera y con ese bombazo se nos despache. (claro que esta semana no sería tanto, porque el domingo viene el cover de la resurrection así que aun hay patria, ciudadanos).
No hubo postre; el vino del aperitivo que nos recomendó la garzona estaba planito...pero con el tinto que eligieron los deportistas, se arregló con honores el panorama. Evidente nos fuimos de bajativo a la casa del anfitrión, porque obvio no era suficiente bolsear solo la comida y le bajamos todo lo que tenía en su bar. 

Pero eso es otra historia y será contada en otra ocasión, solo diré que hasta de karaoke doméstico nos fuimos!
Agáchate semana santa. 
No se olviden del día mundial del chocolate. Besitos y a todos los liños los quiero musho.

Quinta la chanchá, 4 jumbitos solo por lo durazno de la plateada y porque los platos se veían todos iguales; decididamente para recomendar! un lugar con tantos detalles obvio tiene full de amor.

Letra chica. Confieso que me robé la foto del principio y que les robé un Suny a la salida!



Trucha con papas salteadas
Entrañas con papas salteadas


Plateada con papas salteadas



Las mujeres dicen que el vino robado sabe más bueno!

viernes, 23 de marzo de 2018

Cara & Sello



- BY BARCELONA (SMall Plaza Maule / $5.000 p.p. aprox./ especialidad en cosas muy shuper)


- VENTURA (Casino de Talca / $ todo lo que tenga./ especialidad en cosas con nombre extraño)

- Bonus track: KUCHENLANDIA (Boulevard Brisas del Centro. Interior / $3.000 p.p. aprox./ especialidad en dulces y felicidad)


"No se engañen. Lo único que se va y luego regresa, es el hambre." 



Buenas noches/días o tardes mis amados querubines. 
He recibido con todo mi amor sus preciosas críticas por la falta de actualización de esta bitácora de la obesidad pero pasa que, como la veranista que soy, he estado apagándome cual flor marchita por la inexorable partida del verano y con el, la pérdida de mis carretes de martes a sábado que me permitían mantener la labia necesaria para entretenerlos en sus momentos de paja suprema en la oficina. 

Como verán en el resumen -en que me faltó espacio pa poner más lugares- la fucking crisis estacional que me da me ha tirado de cabeza a subir los kilos que había perdido de inteligencia en la vez pasada que engordé y a forrarme adecuadamente para este invierno. Eso, combinado con que escribano me ha dejado haciéndole la representación, me ha obligado a comer como seleccionado nacional de sumo y a trepar un par de castas en mi vida social -porque el titular se me muere si sabe que su representante en la tierra se dedica a recorrer sucuchos de colación por dos lucas y media- y por eso, tuve que terciarme con la forma de comer de un talquino con línea de crédito reliquidada, dos autos (una suv y una weá taquilla pero ambos coreanos) e hipotecario con casa en las rastras de dieciochomil uefes pero solo dos metros cuadrados, porque hay que vivir para allá. 

Partí mi semana con mucha felicidad pues se abría una nueva oportunidad para ir a dejar a mi bendición al colegio, todos los días hasta que se vaya a la universidad. Porque una es inteligente y decide matricular a su hijo en un colegio que queda exactamente a 17 kilómetros de la casa, en una ciudad en que hay 7 autos por habitante y normalmente veinticuatro carretas por calle. Lo que garantiza al menos una hora de ida y de vuelta, en la mañana y la tarde, todos los días, por catorce años, por los siglos de los siglos amén. He batallado conmigo misma pensando si el problema está en esto de haber decidido jubilarme a los 30, lo que no me permite vivir cerca del colegio y me tiene amarrada a mi pobla. O bien si soy derechamente imbécil, por elegir el colegio jipichic, que sería la cuna del despegue creativo de la menor, pero que al final solo está resultando negocio para la COPEC, para spotify y para la fábrica de la viejuja que hace el agua de las carmelitas. No conforme con eso, ya que la vida cuando ve que eres idiota te manda un par de mensajes para que recapacites, ayer me quedé en pana -obvio porque mi fragil carruaje no soportó los nuevos malos tratos- y he tenido que partir en taxi la misma hora y mandarme CATORCE LUCAS POR VIAJE para llevar a la sultana a la cuna del saber en donde entiendo, ayer, se dedicaron a barrer y a pintar los vidrios de la sala. -sollozos, risa nerviosa, crepitar de dientes, sollozos, muerte-.

Como ya estábamos en esa vida de ricos y famosos -y no podía volver a almorzar a mi casa, ni elegir mis picadas ahorrativas por lo que ya les adelanté- me tiré un compadre moncho y me fui de invitada a almorzar con la menor, nada menos que al Ventura, que me conocía solamente de noche, en un par de varios pares de jornadas con el Paris Hilton, doña Rusia y otros compatriotas con quienes lo dimos todo en la cancha y por lo tanto, tuve que ponerme a la sombra del acompañante pa que los garzones, no me reconocieran y no me sacaran DE NUEVO previniendo el nivel de desmanes que acostumbrábamos a armar en nuestra adolescencia. La carta, es brígida; tiene de todo... y en veinte platos de nombres profesionales, me decidí por el clásico lomo saltado, nutritivo y balanceado que me sigue recordando a las chuletas con arroz y papas fritas del "Don Santiago" -alabado y bendito siempre seas, charro de las balaceras-. Estaba más que sumamente bueno en serio señorita, pé. Basta que le pongan un ojo a la foto, para que les quede clarito que no había como resistirse a esa grosería  y mandarse hasta el perejil de adorno. Más aun que fuimos atendidas como reinas, por lo que le entrego el trono del mejor lomo saltado que me he comido por aquí, hasta la fecha.

Claramente, esto no era suficiente en mi campaña de "quien necesita bikini en invierno" y le invité a la menor a un postrecito/café a un asunto medio nuevo que me tincaba pelo de snob, que está en la mitad del SMall. By Barcelona. Y en esto, me quiero detener. PAREN LAS PRENSAS. Tienen crema catalana. Yo que iba por un café, me fui de cabeza a una paila de ese manjar de dioses que me tenían preparado y al que le quemaron el caramelo en mis narices. Barato no es pero, honestamente, creo que estaría permutando un par de órganos por una fuente de esa ricura. La jefa chica se pidió unos macarron; más caros y menos ricos que los extracebados de la mouliè que son los mejores del mundo según la revista "Lorena te lo dice". Un adicional es que los garzones no te le aceptan la propina bajo ningún concepto, así que me quedó dinero para la micro de vuelta y aquí estoy esperando a que le den de alta al vículo ojalá la otra semana o si no, la pobre nena se terminará de quedar analfabeta. 

De bonus track esta noche les dejaré a "Kuchenlandia".
Celebrando mi nuevo estado civil de Tía, invité a mi madre a tomarse un café en ese, que me había dicho "era su lugar favorito". Obvio, eyeroll mediante, le dije, ya bueno vamos a tu lugar -que me imaginaba sería una fuente de soda apolillada con nescafé y galletas danesas, pero no. Resulta que la vieja se avispó y tras años de búsqueda llegó a la cueva de alí babá de las azúcares, en donde hay kuchen y chessecake de lo que quieras. Por supuesto, como no había tomado nada ese día me tiré con uno de pasas al ron y la viejuja con uno de tiramisú. SEÑOR JESUCRISTO, PREMIA A ESOS HOMBRES y reencárnalos en jeques árabes, porque te pasai lo rico, lo grande y lo conchemimare místico de los pasteles. Raya para la suma, nuevamente quiero pedirle matrimonio a una cafetería y espero tener muchos hijos que se llamen cheesecake y así ser el hada de azucar por toda la eternidad, amén. Vayan por favor porque sus corazones destrozados se merecen ese golpe de amor y felicidad. 

Los quiero mucho chiquilines, seguiré la próxima semana, porque me quedan tres empanadas para terminar el aperitivo de la post cena. 

Ventura: 4 Jumbitos
By barcelona: 2 Jumbitos
Kuchenlandia: Todos los jumbitos. 

Manden fruta. Manden moneas. Manden autos nuevos -automáticos de preferencia- no se manejar mecánicos. 

Kuchen de Pasas al Ron - MORIR DE BUENO

Gerente General del Blog con cara de Lomo Saltado


Lomo Saltado del Amor, si señorita.