- VENTURA (Casino de Talca / $ todo lo que tenga./ especialidad en cosas con nombre extraño)
- Bonus track: KUCHENLANDIA (Boulevard Brisas del Centro. Interior / $3.000 p.p. aprox./ especialidad en dulces y felicidad)
"No se engañen. Lo único que se va y luego regresa, es el hambre."
Buenas noches/días o tardes mis amados querubines.
He recibido con todo mi amor sus preciosas críticas por la falta de actualización de esta bitácora de la obesidad pero pasa que, como la veranista que soy, he estado apagándome cual flor marchita por la inexorable partida del verano y con el, la pérdida de mis carretes de martes a sábado que me permitían mantener la labia necesaria para entretenerlos en sus momentos de paja suprema en la oficina.
Como verán en el resumen -en que me faltó espacio pa poner más lugares- la fucking crisis estacional que me da me ha tirado de cabeza a subir los kilos que había perdido de inteligencia en la vez pasada que engordé y a forrarme adecuadamente para este invierno. Eso, combinado con que escribano me ha dejado haciéndole la representación, me ha obligado a comer como seleccionado nacional de sumo y a trepar un par de castas en mi vida social -porque el titular se me muere si sabe que su representante en la tierra se dedica a recorrer sucuchos de colación por dos lucas y media- y por eso, tuve que terciarme con la forma de comer de un talquino con línea de crédito reliquidada, dos autos (una suv y una weá taquilla pero ambos coreanos) e hipotecario con casa en las rastras de dieciochomil uefes pero solo dos metros cuadrados, porque hay que vivir para allá.
Partí mi semana con mucha felicidad pues se abría una nueva oportunidad para ir a dejar a mi bendición al colegio, todos los días hasta que se vaya a la universidad. Porque una es inteligente y decide matricular a su hijo en un colegio que queda exactamente a 17 kilómetros de la casa, en una ciudad en que hay 7 autos por habitante y normalmente veinticuatro carretas por calle. Lo que garantiza al menos una hora de ida y de vuelta, en la mañana y la tarde, todos los días, por catorce años, por los siglos de los siglos amén. He batallado conmigo misma pensando si el problema está en esto de haber decidido jubilarme a los 30, lo que no me permite vivir cerca del colegio y me tiene amarrada a mi pobla. O bien si soy derechamente imbécil, por elegir el colegio jipichic, que sería la cuna del despegue creativo de la menor, pero que al final solo está resultando negocio para la COPEC, para spotify y para la fábrica de la viejuja que hace el agua de las carmelitas. No conforme con eso, ya que la vida cuando ve que eres idiota te manda un par de mensajes para que recapacites, ayer me quedé en pana -obvio porque mi fragil carruaje no soportó los nuevos malos tratos- y he tenido que partir en taxi la misma hora y mandarme CATORCE LUCAS POR VIAJE para llevar a la sultana a la cuna del saber en donde entiendo, ayer, se dedicaron a barrer y a pintar los vidrios de la sala. -sollozos, risa nerviosa, crepitar de dientes, sollozos, muerte-.
Como ya estábamos en esa vida de ricos y famosos -y no podía volver a almorzar a mi casa, ni elegir mis picadas ahorrativas por lo que ya les adelanté- me tiré un compadre moncho y me fui de invitada a almorzar con la menor, nada menos que al Ventura, que me conocía solamente de noche, en un par de varios pares de jornadas con el Paris Hilton, doña Rusia y otros compatriotas con quienes lo dimos todo en la cancha y por lo tanto, tuve que ponerme a la sombra del acompañante pa que los garzones, no me reconocieran y no me sacaran DE NUEVO previniendo el nivel de desmanes que acostumbrábamos a armar en nuestra adolescencia. La carta, es brígida; tiene de todo... y en veinte platos de nombres profesionales, me decidí por el clásico lomo saltado, nutritivo y balanceado que me sigue recordando a las chuletas con arroz y papas fritas del "Don Santiago" -alabado y bendito siempre seas, charro de las balaceras-. Estaba más que sumamente bueno en serio señorita, pé. Basta que le pongan un ojo a la foto, para que les quede clarito que no había como resistirse a esa grosería y mandarse hasta el perejil de adorno. Más aun que fuimos atendidas como reinas, por lo que le entrego el trono del mejor lomo saltado que me he comido por aquí, hasta la fecha.
Claramente, esto no era suficiente en mi campaña de "quien necesita bikini en invierno" y le invité a la menor a un postrecito/café a un asunto medio nuevo que me tincaba pelo de snob, que está en la mitad del SMall. By Barcelona. Y en esto, me quiero detener. PAREN LAS PRENSAS. Tienen crema catalana. Yo que iba por un café, me fui de cabeza a una paila de ese manjar de dioses que me tenían preparado y al que le quemaron el caramelo en mis narices. Barato no es pero, honestamente, creo que estaría permutando un par de órganos por una fuente de esa ricura. La jefa chica se pidió unos macarron; más caros y menos ricos que los extracebados de la mouliè que son los mejores del mundo según la revista "Lorena te lo dice". Un adicional es que los garzones no te le aceptan la propina bajo ningún concepto, así que me quedó dinero para la micro de vuelta y aquí estoy esperando a que le den de alta al vículo ojalá la otra semana o si no, la pobre nena se terminará de quedar analfabeta.
De bonus track esta noche les dejaré a "Kuchenlandia".
Celebrando mi nuevo estado civil de Tía, invité a mi madre a tomarse un café en ese, que me había dicho "era su lugar favorito". Obvio, eyeroll mediante, le dije, ya bueno vamos a tu lugar -que me imaginaba sería una fuente de soda apolillada con nescafé y galletas danesas, pero no. Resulta que la vieja se avispó y tras años de búsqueda llegó a la cueva de alí babá de las azúcares, en donde hay kuchen y chessecake de lo que quieras. Por supuesto, como no había tomado nada ese día me tiré con uno de pasas al ron y la viejuja con uno de tiramisú. SEÑOR JESUCRISTO, PREMIA A ESOS HOMBRES y reencárnalos en jeques árabes, porque te pasai lo rico, lo grande y lo conchemimare místico de los pasteles. Raya para la suma, nuevamente quiero pedirle matrimonio a una cafetería y espero tener muchos hijos que se llamen cheesecake y así ser el hada de azucar por toda la eternidad, amén. Vayan por favor porque sus corazones destrozados se merecen ese golpe de amor y felicidad.
Los quiero mucho chiquilines, seguiré la próxima semana, porque me quedan tres empanadas para terminar el aperitivo de la post cena.
Ventura: 4 Jumbitos
By barcelona: 2 Jumbitos
Kuchenlandia: Todos los jumbitos.
Manden fruta. Manden moneas. Manden autos nuevos -automáticos de preferencia- no se manejar mecánicos.
| Kuchen de Pasas al Ron - MORIR DE BUENO |

| Gerente General del Blog con cara de Lomo Saltado |
| Lomo Saltado del Amor, si señorita. |




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