miércoles, 14 de octubre de 2015

GALITOS


lugar: "Galitos"
ubicación: Rua Farme de Amoedo, 62, local c, Ipanema.
especialidad: Colaciones
daños per cápita: $ 3.500 aprox (menú ejecutivo y bebida)


Tetererérerereré
Luis M. Valdivia.

"Yo puedo hacerte pasar de garota a pelota de Ipanema en 5 días"
Lorena Rivera. 

Hoy vengo a pedir vuestra misericordia. En esta semana de amigos, reencuentros, sol, playa y arena, en "tecomolosmiércoles on tour", todo lo que diga sonará a jactancia. Mais no. He comido como reina, bailado -como poste- increíble, reído a gritos y comprado como si en Talca no existiera más que el trueque. Pero ha sido más que eso. 
Mi magnetismo para la fatalidad sumado a que nadie me entiende una mierda ha convertido esto en un viaje de supervivencia, botones de muestra: me han preguntado insistentemente si soy boliviana (supongo que por varar al lado de la playa por más horas que las comunes, como si no tuviera en chile), Se han parado al lado de mi reposera preguntándome si mi color blanco -tras 12 horas de sol- es real u obedece a una enfermedad a la piel, le puse mermelada a un pan de ajo y lo descubrí de la peor manera posible, fui insultada por moler una palta para echársela al pan y en un mall una vendedora entendió que yo quería que me midiera las tetas cuando en verdad le estaba preguntando cuanto costaban unas calcetas... y así.

Llegué a Rio de Janeiro, gracias a que el amoroso del Paris Hilton, obvio, perdió una apuesta a causa del triunfo de chilito en la Copa América. Yo había pagado cortando el 60% de mi pelo y a el le tocaba su parte. Como es varón de palabra, se manifestó con el pago y desde la semana pasada estamos de guata al sol, no sin antes haber aprovechado de ir a visitar a unos adorables amigos que, para mi "mala suerte", son dueños de una cadena de pizzerias. Los amo y nos atendieron increíble, aparte, creo que aun deben estar reponiendo todo lo que comí, entre brigadeiros, pizza de chocolate nutella, farofa y pan de queso. Los chilotes deben haber venido a brasil a tomar el curso "como demostrar amor con la comida".

Llegando a Rio he probado varias cosas, que les iré contando de a poco, pero el almuerzo de hoy respetó los procedimientos de este blog. 
Siendo las trece horas, y con un par de caipirinhas de mi amigo personal "magrinho" (encargado de instalar las reposeras, mover el quitasol y hacer la caipirinha) le pregunté por algún lugar en donde la gente que vive en Rio fuera a comer en un día normal. El, amable y atento como era, nos contó que a una cuadra de la playa, había un local llamado "Galito" que vendía almuerzos al paso, baratos y bien cocinados. Y que era más propio de locales que de turistas. 
Partimos para allá, tambaléandonos por el viento inexistente y dimos con el Galito: ofrecen un menú ejecutivo por cerca de 3 lucas chilenas, y puedes agregarle a la carne que escojas 3 guarniciones, o elegir alguna de las opciones completas que tienen;
Hay pollo, chuletas, carne o pescado frito, y para guarnecer, distintos tipos de arroz, ensaladas o papas fritas. 
Paris Hilton se fue por un pescado con arroz con brócoli y yo por un plato de papas fritas, ensaladas y feijoada. 
Del primer plato, una lata sublime, salvo por el arroz, que hizo toda la pega. La verdad, cuando mi socio lo pidió le tenía nada de fe, pero me tragué mis palabras, y casi la mitad de su arroz, porque estaba a toda raja. Lástima que el mozo me entendía una mierda y cuando le pregunté como se hacia, me dijo, moito bom chile, la selecçao, brasil ya no juega tan bien y weás. 
De mi plato, la feijoada estaba tan a toda raja, que se me olvidó el resto. De verdad yo creo que soy como adicta, porque la haga quien la haga y como la haga no puedo dejar de encontrarla una de las mejores cosas dentro de una carta. Por supuesto, ya que a esta altura no puedo pretender hacer gastos superfluos, me comí todo y salí rodando decidiendo no volver a comer y saltarme el postre porque estaba en punto de Hindemburg.
Por lo mismo y para poder usar bikini el último día sin que me preguntaran para cuando tenía fecha la guaguita, decidí volver a copacabana por la playa. No había avanzado dos cuadras y una señora con un carro de choclos cocidos se me cruza al frente. Yo no se a Uds. pero a mi,  mi papá me dijo siempre que tenía que recibir todo lo que me ofrecieran, con mucho respeto, por lo que pagué la casi luca y me comí de postre un mega choclo cocido, por lo que recién vengo resucitando justo a tiempo para meterme a la piscina e iniciar el periplo especial de esta semana, de miércoles en Lapa para la edición especial de este blog, bautizada, en una hemorragia de creatividad como: "Te tomo los miércoles".

Soy completamente atea, pero alguna mano debe haber hecho que en este país existan al mismo tiempo: fanta uva, queso con queso con queso, farofa, feijoada, choclos en la calle, poder tomar al aire libre, ser campeones del mundo, guaraná, min@s ricos que hacen deporte en la calle casi en pelotas, guayaba, maracujá y bikinis y shores cortos de playa microscópicos. 

Tierra del pecado, te abandonaré antes de mandar a buscar a mi baronesa, la cariña y vodkini y venirnos todos pa acá. 
Saudades


Galito...ni ahí con darte tenedores. La feijoada estaba rica porque en esencia es increíble, pero no tenías ni un brillo salvo la limpieza.
Tía de los choclos, te amo y cuando tenga un restaurante tendré un plato que se llamará como tu.
Brasil, derechamente, te daría un par de hijos. 

Arroz la raja irrepetible por inconvenientes idiomáticos
chilena fina de zapallar...
Al fondo. Feijoada de mi corazón.
Choclitos de coktail.

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